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Hermes A. Viery es nativo de Honduras. Nacio en el pueblo de Tela, un puerto hermoso, donde crecio junto a su madre, padre, tres hermanas y dos hermanos. A la edad de 17 años conocio a Jesucristo como su Salvador personal. En su juventud sus padres emigraron a los Estados Unidos y decidieron llevar a sus hijos con ellos. A la edad de 19 años se encontro en la gran ciudad de Nueva York donde tuvo que aprender el idioma ingles, adaptarse a una cultura diferente y seguir sus estudios universitarios. Desde su juventud tuvo el deseo de servir a Cristo y a su iglesia y comenzo a predicar y evangelizar. En Nueva York termino sus estudios universitarios y saco una maestria en matematicas y educacion, pero lo que mas le apasiona es enseñar la biblia. Al presente se dedica a enseñar en varias iglesias en Nueva York, a la predicacion y propagacion del evangelio de Jesucristo que es poder de Dios para salvacion a todo aquel que cree (Marcos 16:15, Romanos 1:16). Ademas, su vision y practica es discipular jovenes para prepararlos a ser ministros fieles de Jesucristo (Mateo 28:19). Su deseo es terminar su carrera fielmente y poner el Nombre de su Señor y Salvador Jesucristo en alto. Por favor orar siempre por él.

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Mi nombre es Richard Ramirez y nací en la ciudad de Nueva York; en el alto Manhattan para ser exactos, también conocido como Washington Heights. Soy uno de 4 hermanos. Además, a la edad de 28 me casé con el amor de mi vida, quien por la gracia de Dios me dio 2 hermosas hijas. Ser criado en un hogar, por un solo padre, no fue fácil tarea para mi madre pero por la gracia de Dios, también tuvimos a mi abuela que fue la pionera del Evangelio de Jesucristo en nuestro hogar. Ella se comprometió cada fin de semana a recogernos para que podamos asistir a la Escuela Dominical. A la edad de 17 años, el Evangelio de Jesucristo se volvió real para mí y para mi hermana mayor. Y fue entonces cuando acepté al Señor Jesucristo como mi Señor y Salvador personal. Como nuevo creyente, no sabía exactamente cuál era la voluntad de Dios para mi vida, excepto servir. Entonces, comencé a servir reuniéndome con otros jóvenes cristianos para limpiar la iglesia local a la que asistía “Templo Bíblico” en la calle 126 en Harlem. Este joven grupo de cristianos se convirtió en mi familia y trabajamos mucho con la guía de nuestros ancianos y líder de jóvenes Danilo Pérez Jr. Danilo era lo que llamamos un “cristiano maduro” joven y maduro en el Señor. Juntos, junto con otros jóvenes, dirigimos las visitas de domicilio para llevar el evangelio a los no creyentes y animar a los creyentes. Para un adolescente que nació en este maravilloso país, fue un desafío asistir a una asamblea de habla hispana. Pero nuevamente, Dios puso en mi corazón el servicio sin importar cuánto se hayan reído y bromeado los demás. Cantar en la iglesia siempre me daría paz en mi corazón y claridad sobre a quién serví, y era algo que me encantaba hacer. Cantad al Señor. Entonces, uno de los músicos creó un quinteto del que yo también era miembro. Realmente me enseñó a escuchar las palabras que se encuentran en la letra de los cantos y realmente a apreciar quién es Dios en mi vida. A partir de entonces, los ancianos me pedían que dirigiera la adoración antes del mensaje del Evangelio y era estresante porque quería hacer las cosas perfectamente para el Señor. Crecí en esta área de mi adoración y he liderado la adoración por más de 20 años. Entonces supe que necesitaba escuchar la voz de Dios sobre las otras formas en que puedo adorarlo y fue entonces cuando decidí ayudar con los niños de la escuela dominical. Esto trajo una experiencia totalmente diferente del gozo de Dios a mi vida. Luego me ofrecí como voluntario durante mis veranos para servir en el Campamento Bíblico Pine Bush bajo la dirección de Henry Sánchez y Dennis Barnett. Ambos a quienes respeto y oro para que algún día sea un ejemplo de nuestro Señor Jesucristo. Hice eso durante unos veranos y realmente lo disfruté. Fue un trabajo duro pero satisfactorio para mi corazón y mi alma. Luego me dijeron de una iglesia que necesitaba trabajadores y algunos de mis hermanos cristianos cercanos decidieron mudarse a Capilla Evangelica del Bronx, donde Paul Bitler era anciano junto con Pedro Pablo. Aquí es donde yo, junto con otros, comenzamos a trabajar con la Juventud. Luego, a través de la oración junto con otra hermana en Cristo, vi la necesidad de comenzar la Escuela Bíblica de Vacaciones. Ha sido una bendición desde entonces. He sido directora de la EBV durante 10 años y he visto a mis sobrinas y sobrinos crecer en el estudio de la palabra de Dios, bautizarse y ahora, junto a mí, trabajar para llevar a otros niños a la Escuela Bíblica de Verano. También comencé un ministerio de “Campamento para Hombres” con el apoyo de mis Ancianos, Danilo Pérez Jr. y Luis Cano. Este es un momento en el que tanto los hombres casados ​​como los solteros y los niños se reúnen durante un fin de semana para cantar alabanzas a Dios y animarse unos a otros a través de la palabra de Dios. Al hablar con mis Ancianos, ellos siempre me han animado a dirigir y, al igual que yo, vimos la necesidad de llevar nuestra asamblea fuera de la norma de la ciudad de Nueva York y el Bronx. Entonces, comenzamos un retiro de la Iglesia en Pine Bush Bible Camp. He sido el Director del Campamento durante los últimos 6 años y trabajó junto con mis Ancianos para crear el programa completo. El año pasado, junto con mis Ancianos, comenzamos un Basketball 4 en 4 ministerios. Donde los niños, los adultos jóvenes y los hombres pueden disfrutar de un juego de baloncesto y, en el medio tiempo, escuchar el evangelio a cargo de uno de nuestros jóvenes en comunión. Recientemente, mis Ancianos se me acercaron sobre la oportunidad de servir como miembro de la junta directiva del Campamento Bíblico Pine Bush. Yo diría que es un honor y un llamado de Dios poder ayudar a servir a las diferentes asambleas con su misión de compartir el Evangelio de Jesucristo.

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